El Rayo volvió a ganar y ya son 9 puntos los que tiene sobre el Celta, que empató con la Ponferradina en Balaídos. El Rayo logró una victoria importantísima ante un equipo que llevaba una dinámica de resultados muy buena y le consolida, junto con el Betis, en los puestos de ascenso directo a Primera División.
El partido comenzó y vimos a un Rayo que dominaba el balón pero no lograba llegar al área contraria. Mientras tanto, Las Palmas parecía que seguía en el túnel de vestuarios ya que apenas dio una mínima sensación de peligro sobre la meta de Dani prácticamente en todo el partido. El Rayo tenía poca fluidez debido a una gran presión en el medio del campo y un Trejo poco inspirado, ya que venía de una lesión y no estaba al 100% de sus facultades físicas. El Rayo poco a poco a lo largo del primer tiempo fue a más pero sin apenas incordiar a Barbosa. Una jugada reseñable es una falta directa sacada por Las Palmas que iba a la escuadra pero que Dani sacó maravillando al estadio (por cierto, gran actuación de Dani). En esta primera parte también pudimos presenciar una nueva forma de protesta: desde encima del palco se descolgaron dos muñecos vestidos de preso con la cara de Javier Ruiz Mateos para que alguien escuchara los cánticos en contra de La Familia, ya que desde hace varias jornadas las butacas de Teresa Rivero y su familia aparecen vacías.
En la segunda parte José Ramón Sandoval quitó del campo a Trejo, con molestias, para dar entrada a Míchel. Con el gran capitán en el campo el Rayo consiguió tener un dominio mucho mayor del balón y más llegada. De esta forma Armenteros logró penetrar en el área canaria y forzar un penalti que David Aganzo se encargaría de fallar. Personalmente, desde hace bastante no veo un penalti en fútbol profesional tan mal tirado, un penalti al centro, flojito... ni siquiera un intento de panenka. Pero bueno, pese al lamento del fallo, Aganzo logró resarcirse y tras una gran jugada Armenteros saca un centro que Aganzo remata de forma impecable al fondo de las mallas. Era el 1-0 y consiguió relajar al aficionado vallecano, al que acechaba la sombra del partido del Albacete, sombra que creció con el penalti fallado. Pese a que el Rayo estaba por encima, Las Palmas no mostró signos de buscar el empate, tan solo un centro aislado donde Dani salió a por uvas estuvo a punto de convertirse en gol. El partido siguió igual hasta el final del partido prácticamente. Destacable la actuación del colegiado, que puso el listón de las tarjetas a ras de suelo. Sacó tarjetas por entradas irrisorias y de milagro ni vallecanos ni canarios acabaron en inferioridad numérica. Con Las Palmas buscando el gol de forma desesperada en el descuento, llegó un contraataque rayista en la que un balón de Dani largo cayó en los pies del sustituto de Aganzo en el partido de ayer, Delibasic, que tras una gran galopada batió a Barbosa. El 2-0 cerraba el marcador y permitía a la afición vallecana descansar definitivamente.
Al final del partido, gran ovación a los jugadores, que otra semana más sin cobrar lo han dejado todo y han vuelto a ganar. Incluso cuando los jugadores se metieron al vestuario, la grada rayista entonó la famosa "la vida pirata". Estamos muy cerca del final y en Vallecas ya se huele la fiesta. Esperemos que ese manjar que huele de forma tan deliciosa finalmente nos lo podamos comer en tierras madrileñas.
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