El Real Madrid ha perdido 0-2 en el Santiago Bernabéu contra su eterno rival el F.C. Barcelona. El partido ha estado claramente marcado por una expulsión directa de Pepe, que hace falta con la plantilla. Es como mínimo naranja.
El Real Madrid volvió a hacer su planteamiento conservador de los anteriores partidos, con una presión más atrasada que hizo que el Madrid no tuviera el peligro que creó al Barcelona en la final de Copa del Rey. El Barça gracias a esos metros adicionales tenía mayor espacio para buscar huecos en la defensa numantina impuesta por el Real Madrid, pero pese a ello apenas logró llegar a la meta de Casillas. El que no vio puerta fue el Real Madrid, ya que salvo alguna jugada aislada no creó casi peligro en la portería de Victor Valdés. Al descanso hubo una gran tangana en la entrada a vestuarios con Chendo, Arbeloa y Pinto. Pinto le da una torta a Arbeloa, lo que genera que Chendo agarre del cuello al portero azulgrana y el gaditano haga lo mismo con Chendo. De vergüenza tanto Pinto como Chendo. Pinto fue expulsado correctamente pero Chendo también debió ser expulsado.
El segundo tiempo comenzó igual. El partido era aburrido, muy táctico, cada equipo planteaba su estilo. Cualquier persona que ha visto el partido intuía claramente un 0-0 a no ser que hubiese algo que cambiase el partido; un pequeño destello técnico de cualquiera de los grandes futbolistas de ambos equipos, un infortunio en defensa... Pero apareció un protagonista inesperado e indeseado para cualquier aficionado al fútbol: Wolfgang Stark. Cuando en un partido de fútbol se habla más del arbitraje que de fútbol no es buen presagio para una actuación arbitral. El colegiado obtuvo el protagonismo al expulsar a Pepe en el minuto 61 debido a una entrada con la plantilla por delante a Dani Alves. En las repeticiones se veía que estaba mal expulsado, que es falta y tarjeta amarilla, pero en Futboleros han analizado la jugada y Pepe no toca balón. Es más, si Alvés no echa la pierna hacia atrás lo más posible es que le hubiese partido la pierna. Es una entrada escalofriante totalmente, pese a que si lo vemos durante el partido parecía mucho más leve de lo que en realidad es. En estos momentos, no sabría decir si es amarilla, naranja o roja.
Tras la expulsión de Pepe, el partido cambió completamente. Si a eso le añadimos que Guardiola tuvo un gran acierto dando entrada a Afellay por Pedro, que apenas brilló esta noche, el resultado es muy previsible. El Barcelona encontró muchos más huecos en el Real Madrid, ya que carecía de la presencia de Pepe, fundamental en las tareas defensivas madridistas. El gol no tardó en llegar y Afellay hace un gran cambio de velocidad en la banda derecha y se la pone a Messi que consiguió colar el balón entre las piernas de Casillas. El gol cayó como una losa sobre los jugadores madridistas, que se dedicaron a buscar un gol de forma tímida. Con 11 no habían mostrado fútbol como para crear peligro al Barcelona, por lo que con 10 menos aún. El Madrid concedía muchísimos más huecos al adelantar líneas y fue aprovechado por Messi, que sorteó hasta a cuatro futbolistas blancos para meter gol cruzando al palo largo el balón. Un gol realmente impresionante, a la altura del gran futbolista que es Lionel Messi. El partido apenas tuvo poco más que destacar y acabó así.
ZONA MIXTA Y RUEDA DE PRENSA
En general, los jugadores del Real Madrid mostraron su malestar por la expulsión de Pepe y su disgusto por un resultado muy difícil de levantar. El más destacable fue Cristiano Ronaldo, que señaló que el Barcelona "tiene mucho poder y no solo en el campo" y ejemplificándolo con lo ocurrido con decisiones polémicas como la de Van Persie con el Arsenal ola famosa eliminatoria en Stamford Bridge con Ovrebo como protagonista.
Otras declaraciones bastante asombrosas son las de Mourinho, que dijo abiertamente que hay un trato de favor al Barcelona. El Barcelona está planteándose denunciar la rueda de prensa de Mourinho a la UEFA. En general, el madridismo se muestra muy indignado con la actuación arbitral. El debate de amarilla o roja está en el aire y parece que levantará ampollas en el día de mañana.