El Chiringuito de los jugones es, sin lugar a dudas, uno de los programas de la televisión que más polémica levanta a su alrededor. Los defensores del show business protegen a ultranza el formato creado por Josep Pedrerol, mientras que los más acérrimos a los valores del periodismo consideran este programa como una violación de los códigos éticos de la profesión.
Lo cierto es que ambas partes tienen razón en este sentido. El programa de Pedrerol es tan lícito como Sálvame, otro de los programas más criticados de la televisión. Curiosamente, ambos comparten audiencias muy buenas pese a los gritos de indignación lanzados desde algunos sectores de la sociedad. La existencia del programa no supone ningún delito ni ninguna violación.
Por otra parte, es doloroso escuchar a Pedrerol presumir de hacer periodismo, ya que si analizamos lo que supone ser periodista, poco tiene que ver con lo visto en su programa cada madrugada. Para un periodista -técnicamente- es impensable salir en televisión vistiendo la equipación de un equipo de fútbol, algo que hace a diario Tomás Roncero con su amada camiseta del Real Madrid. Tampoco es muy comprensible soltar auténticas burradas en forma de mofa, como el ya famoso comentario de que Messi "vomita porque tiene la regla".
En periodismo tampoco cabe el profesional que tiene más protagonismo que la noticia de la que hablan. Ya sucedió con Quim Doménech, que adelantó que Valdés no seguiría en el Barcelona la próxima temporada. Cuando la noticia fue definitiva, los compañeros se centraron más en alabar la figura de este periodista que de hablar del hecho noticioso. Realmente, si analizamos punto por punto el programa, es lo opuesto al periodismo por mucho que Pedrerol se obceque en que sí lo es.
Bajo mi punto de vista, es estupendo que el Chiringuito de los jugones exista, porque fomenta una visión del deporte desde otra perspectiva completamente diferente, pero yo no lo calificaría como periodismo. El periodismo es información y opinión, no rumorología y debates en torno a sucesos relacionados con el deporte pero que no son deporte en definitiva.
Además, tenemos que elaborar una crítica profunda sobre el periodismo en nuestro país, ya que los tertulianos de El Chiringuito son miembros importantes de muchos medios de comunicación de este país. Mascaró es director adjunto del diario SPORT, Tomás Roncero es jefe de la sección del Real Madrid en el diario AS. José Damián, director de deportes de La Gaceta. Por ello, el estilo de El Chiringuito se extrapola a muchos medios de comunicación.
