El Barcelona logró ganar la actual edición de la Champions League tras vencer a un aguerrido Manchester United, que no le perdió la cara en ningún momento.
El Manchester United salía muy fuerte, presionando muy arriba. Sus objetivos se cumplían, ya que en los primeros diez minutos ni Xavi ni Iniesta tocaban la pelota y el Barcelona tenía muchísimas complicaciones para sacar la pelota jugada. Pese a ello, el conjunto inglés no logró acercarse apenas con peligro al área de Valdés. Tan solo un gran pase de Carrick a la espalda de Mascherano, al que llega Valdés por centímetros antes que Rooney. A partir del minuto diez, el Barcelona comenzaba a tener la posesión, aunque sin apenas profundidad. En los primeros 17 minutos tan solo pudimos ver un disparo de Pedrito tras una gran combinación del Barcelona. A partir de ahí, el Barça comenzó a tener muchísimo más peligro, llegando a portería con más facilidad pese a la gran defensa que dispuso Sir Alex Ferguson, con dos líneas de cuatro jugadores apostadas en la frontal del área de Van der Sar. El ataque del Manchester se limitaba a buscar balones largos a Chicharito, que caía constantemente en fuera de juego. Rooney trataba de bajar a buscar la pelota pero Busquets no le ha dejado moverse a gusto. Messi a partir del minuto 17, comenzó a moverse entre líneas con total comodidad y propició la consecución de ocasiones del Barça. Un disparo seco desde la frontal de Villa consiguió que Van der Sar tuviera que emplearse por primera vez. Pese al gran fútbol del Barça, se encontraban una y otra vez contra el el muro formado por Vidic y Ferdinand, pero Pedrito tras recibir un gran pase de Xavi se saca un disparo raso al palo corto mientras Van der Sar se estiraba, engañado por el canario, al palo contrario. El 1-0 se ponía en el marcador y el Manchester United se encontró muy tocado. Pese a ello, el Manchester sin suerte trataba de apretar arriba. Esa gran presión propició que un saque de banda de Abidal fuera cortado por Giggs y éste tocara para los dos magos del United. Rooney recogió el balón y tras una gran pared con Chicharito lanzó un disparo inapelable y empataba el partido. El Manchester no podía tener más con menos, un tiro, un gol. El partido entraría en una fase de igualdad, con la posesión repartida y sin apenas ocasiones en ninguna de las porterías. El primer tiempo finalizaba con un Barcelona superior pero que pese a ello el partido no estaba a favor de los azulgranas.
La segunda parte comenzó con un Barcelona lanzado como un torbellino contra la portería de Van der Sar buscando el gol. Las combinaciones de los azulgranas eran frenéticas y los jugadores del Manchester se limitaban a seguirles con la mirada. El gol del Barcelona se intuía cercano y así fue: el de siempre, Lionel Messi, se encargaría de sacarse un disparo a la cepa del poste tras escorarse hacia el centro. La nube de defensas tapó la visibilidad al portero holandés y facilitó que el disparo certero de Messi entrara. Este sí que fue un golpe casi definitivo para el conjunto inglés, que comenzó a perder balones muy cerca del centro del campo, algo raro en un equipo de la categoría de los ingleses. El Barcelona tocaba y jugaba a placer ante un Manchester que se limitaba a perseguir sombras. Físicamente en la segunda parte hemos podido ver un Barça mucho más fresco que el Manchester United. Rooney, desesperado, trataba de hacer la guerra por su cuenta sorteando jugadores sin resultado. El Manchester se encargó de ensuciar un partido muy limpio con dos entradas muy feas casi consecutivas de Valencia y Carrick. Mientras tanto, Xavi, Iniesta y Messi seguían a lo suyo, creando jugadas como churros. Van der Sar hizo varias paradas meritorias y Fabio tuvo que sacar un taconazo de Messi que se veía dentro. Destacar también un gran disparo de Xavi desde la frontal que obligó a Van der Sar estirarse y hacer un paradón. El Barça pudo especular con el resultado y no quiso hacerlo, ya que siguieron atacando una y otra vez la portería inglesa. El Manchester no generaba nada de peligro mientras Busquets recuperaba en el área del Manchester para tocar de cara a Villa que se sacó un golazo por toda la escuadra de la chistera en el minuto 69. Impresionante la suavidad y la rosca con la que lanzó el tiro. El partido estaba ya sentenciado, solo había que ver la cara de Ferguson. Un minuto antes del gol, el técnico escocés introdujo a Nani por Fabio buscando el empate que no llegó. El United se marchó a la desesperada al ataque pero sin premio alguno. Así, con un Barcelona a placer y un United desquiciado acabó el partido.
Destacar que el United no le perdió la cara al partido jamás. Otra cosa que me gustaría destacar es la gran actuación arbitral, cuyos únicos fallos fueron tragarse una mano de Evrá en el área inglesa y otra de Villa en una posición parecida. También es destacable el gesto de Xavi, que en cuanto Puyol entró al campo le entregó el brazalete de capitán. Otro gesto muy bonito ha sido protagonizado por Puyol, que debería haber levantado la copa y cedió el privilegio a Abidal tras el sufrimiento que ha vivido a lo largo del año. Las aficiones de ambos equipos han ayudado a que el clima de esta final haya sido mágico, sin parar de cantar en todo el encuentro. Desde aquí queremos felicitar a un justo campeón de Europa, que ha hecho una enorme final y un grandísimo campeonato